Estaba yo tranquilamente en mi yate disfrutando del mar en calma, del ruido del agua cuando golpeaba suavemente el casco como quien lo acaricia y quiere al mojarlo resaltar su brillo (que cursiiiii) y de pronto tuve una visión a lo lejos, en dirección a la costa, que hizo que pusiera motores y velas a toda máquina en una carrera desenfrenada con los otros yates que estaban en reposo semejante.
¿El resultado? Terminé encallando a mas de 100 metros tierra adentro, tales eran mis ansias de ganar la carrera y acercarme a la visión. Por eso hoy, exahusto, busco quien desencalle mi yate.
Ah, que no me llame. Estoy muy ocupado.
6 comentarios:
bueno, yo si quieres vengo a nado hasta la habana y lo desencallo del mar, pero no te prometo devolvertelo :D
jeje ... no te prometo que te deje regresar ... :P
Pero que abandono :o(
Te quiero igual :oP
besitos..
Empuja esa visión 100 metros mar adentro y verás como encuentras voluntarios para desencallar el yate...
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