Se que muchos se sentirán desorientados cuando anuncio en el título que andaba husmeando en los blogs sin ánimos de pornografía, pero no solo es verdad, sino que además es absolutamente cierto. Hay veces que navego por estos mares en busca de aprender algo ... sano.

Pues en mis andares (por fin ... ¿navegaba o caminaba?) me encontré en el blog de Sonatina un auto-análisis en frases bastante curioso. Tiene muchas ideas en las que coincidimos y en otras mi modo de ver las cosas se aleja del de ella (si coincidieramos en todas mal andaríamos ... y ni que hablar de lo que diría mi esposa ... ¿han visto una foto de Sonatina?).

Hay muchas ideas interesantísimas para debatir como el manido: 119.- No creo en los hombres

o el: 89.- Intento no tener prejuicios, pero los tengo

o el incitante: 78.- He sido infiel

Pero hay uno en particular que me ha llamado a la reflexión porque curiosamente coincidimos en algo que es ... dramaticamente trascendental:

114.- Cuando como caramelo los mastico, no los chupo

Yo por lo menos no habia encontrado a alguien que me hiciera notar que yo tampoco puedo hacer lo que la mayoría de los mortales hacen con esas golosinas idóneas para las caries. Yo no chupo los caramelos.

Fíjense, no es el hecho en si de masticarlos o chuparlos. Es que nunca me habia puesto a reflexionar sobre eso. Igual cuando tengo un helado de esos que se toman en la mano, veo que todo el mundo los chupa o les pasa la lengua ... y yo NO PUEDO ... tengo que tragármelo a mordidas.

Lo  curioso del caso es que hasta me da pena hacerlo en público (bueno ... bueno ... me refiero a lo de morder el helado).

Sonatina ... somos un caso difícil para la ciencia.

Y por último, como no puedo poner otro tipo de fotografía  alusiva a los caramelos, aquí les dejo una que no tiene nada que ver con el asunto pero que está .... preciosa.