Quiero subastar mi corazón

Le garantizo que está en perfectas condiciones. Funciona excelentemente, lo que quiere decir que tiene sus defectos, como todo buen instrumento.

Sus defectos me enseñaron de las virtudes ajenas, de recibir el perdón de los demás cuando mas me hacía falta. Por eso agradezco sus defectos.

Es un instrumento probado en situaciones difíciles. Puede mantener un alto ritmo de funcionamiento sin estropearse. Eso si, lo he cuidado para no forzarle la marcha y protegerle. Tratando siempre de refrescarle. (Lo curioso es que las mas de las veces para refrescarlo ... es necesario acelerarle el ritmo).

Sabe llorar en silencio. Sabe ser leal. Y su principal virtud es que sabe mucho de reir. Quien lo posea tendrá en el un aliado garantizado.

Lo paradójico es que estoy en una disyuntiva. Quiero probar que vale, pero no puedo venderlo ... es un corazón que ya tiene sus dueños.